En Canadá, las normas de seguridad son muy estrictas, independientemente de la industria. Estos rigurosos procesos garantizan que todos los productos que consumen los canadienses estén libres de cualquier bacteria que pueda dañar su salud. Sin embargo, nunca se puede ser demasiado cuidadoso: hasta los más pequeños elementos implicados en los procesos de fabricación o transformación se deben someter a muestreo y análisis – incluso aquellos que no necesariamente entran en contacto directo con los productos.

Superficie del suelo: una potencial fuente de contaminación

En la ganadería, es fundamental garantizar la calidad y seguridad de las instalaciones. Además de las pruebas relacionadas directamente con los animales, como el análisis de microorganismos y fluidos para detectar enfermedades, o el análisis del agua y el estiércol para detectar posibles toxinas, también es importante tomar muestras de las superficies del suelo para verificar la eficacia de los procedimientos de limpieza y desinfección. Una preocupación importante en esta industria es la prevención, la detección y el control de infecciones por patógenos tales como virus (H1N1, peste porcina africana, PRRS, circovirus, Newcastle) y bacterias (salmonella y E. coli) que se pueden encontrar en las superficies del suelo.

Por otra parte, en las instalaciones de procesamiento de alimentos, los laboratorios y las fábricas, se deben realizar pruebas de los suelos para controlar el estado microbiológico del ambiente y evitar cualquier contaminación de los productos fabricados o elaborados. Por ejemplo, en una fábrica, las salpicaduras de agua contaminada con bacterias patógenas que se producen en las áreas de procesamiento de alimentos, o los residuos de productos químicos de limpieza, pueden terminar en las superficies del suelo y causar contaminación cruzada.