Transporte de productos alimenticios: una industria fluctuante

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Por LABPLAS

Símbolo industria del transporte

En los últimos años, la industria del transporte de productos alimenticios ha experimentado una serie de cambios. En Canadá, no solo los transportistas tienen que cumplir con estándares de seguridad muy altos, sino que se ha añadido una serie de problemas a los desafíos que enfrenta la industria.

Una evaluación rigurosa

Comenzaremos por hacer un repaso de las normas canadienses con respecto al transporte de alimentos. En primer lugar, todos los vehículos deben estar diseñados, mantenerse, limpiarse y funcionar de manera que evite la contaminación de los alimentos que contienen.

Hay otros criterios de evaluación que entran en juego a la hora de garantizar el transporte seguro de alimentos a los consumidores. Todos los vehículos deben ser inspeccionados minuciosamente por el fabricante antes de la carga y al recibir los productos. Esto garantiza que no haya riesgo de contaminación en el vehículo. Si un vehículo se utiliza tanto para productos alimenticios como no alimenticios, se deben establecer medidas para garantizar que sea limpiado regularmente. Por ejemplo, para garantizar un control adecuado, el fabricante puede obtener un certificado de limpieza y un documento que muestre qué materiales se transportaron antes de que los productos sean cargados o descargados.

Además, los tanques están diseñados para permitir un drenaje total y evitar cualquier contaminación de los alimentos. Los materiales utilizados para la construcción de los tanques están diseñados para evitar la potencial contaminación en caso de que los alimentos entren en contacto directo con el vehículo. Asimismo, los materiales deben ser duraderos y capaces de soportar limpiezas repetidas. También se deben realizar pruebas por muestreo de las superficies internas de los camiones que están en contacto con alimentos. Se utiliza una herramienta de muestreo de superficie especialmente diseñada para tomar una muestra del interior del vehículo. La muestra se envía luego a un laboratorio para obtener un análisis completo. Este paso confirma la seguridad de los camiones de transporte y detecta riesgos biológicos (patógenos, microorganismos, bacterias), químicos (alérgenos, residuos de medicamentos, residuos de pesticidas, toxinas) y físicos (materiales extraños, fragmentos de diversos materiales).

Otro elemento importante a considerar es el control de la temperatura. Todos los productos alimenticios que requieren una temperatura específica son transportados de manera que evite cualquier alteración que pueda afectar la seguridad de los productos. Por ejemplo, los productos refrigerados se transportan a un máximo de 4 °C mientras que los productos congelados se transportan a temperaturas que impiden su descongelamiento. En caso de ser necesario, los camiones deben estar equipados con instrumentos que controlen, indiquen y registren la temperatura y humedad del remolque.

Desafíos a superar

A lo largo del último año, muchas industrias se han visto afectadas negativamente por la pandemia, y el sector agroalimentario no es la excepción. Uno de los principales problemas que ha tenido que enfrentar es la escasez de mano de obra, particularmente la escasez de depósitos y conductores. No obstante, se han tomado medidas para paliar este problema en la medida de lo posible, como la contratación de conductores internacionales. A largo plazo, la industria alimentaria también quiere llegar más a los jóvenes, en particular promoviendo el aspecto medioambiental del sector agroalimentario.

Otro de los grandes desafíos que enfrentan las empresas de transporte es cómo reducir su huella ecológica. El traslado de la comida de la granja a la mesa implica a veces miles de kilómetros de viaje. Si bien el comercio internacional es esencial para mantener la economía en marcha, también tiene un costo ambiental significativo, medido por el “kilómetro alimentario”. Esta unidad de medida calcula la cantidad de dióxido de carbono emitido para transportar una tonelada de alimento a una distancia de un kilómetro. Además, los camiones y aviones se encuentran entre los medios de transporte más contaminantes. En un momento en el que la cuestión medioambiental está en el centro de las preocupaciones sociales, las empresas del sector del transporte necesitan reinventarse para implementar iniciativas ecológicas en sus procesos de trabajo.

En resumen, la industria canadiense de transporte de productos alimenticios requiere una logística precisa y compleja, y la situación pandémica del año pasado ha aumentado las dificultades. Algunas de ellas son el establecimiento de nuevas normas, el fortalecimiento de los procesos y las prácticas industriales cambiantes, por mencionar solo algunos ejemplos. Pese a ello, el sector está empezando a recuperarse. Desde el punto de vista ambiental, ya se está reconociendo a las empresas locales por sus iniciativas que promueven el respeto al medioambiente. Como en todos los sectores, todavía hay trabajo por hacer, pero la industria sigue bien encaminada.