Inmersión de los equipos en situaciones reales y combinación de formación teórica, co-desarrollo y coaching para lograr una mejor integración de sus habilidades.

Cuando LABPLAS decidió dar inicio a la automatización y robotización, Benoit Brouillette hizo una promesa a sus empleados. Esa promesa era la de conservar a sus equipos. Un compromiso que, entre otras cosas, incluía la formación de los cien empleados de esta empresa con sede en Sainte-Julie.

«La tecnología transforma empleos, pero no los reemplaza», afirma el Director General de esta PYME especializada en soluciones de muestreo estéril para diversas industrias, incluida la agroalimentaria. Por el contrario, ve esto como una oportunidad para asignar tareas con valor agregado a sus equipos. Lamentablemente, los gerentes a menudo adoptan la tecnología para gestionar costos en lugar de crear valor. ¿Por qué reemplazaría a un empleado capacitado, comprometido y que conoce la cultura de la empresa con una máquina que me permitiría duplicar mis ventas, solo para luego tener que contratar a un nuevo empleado para gestionar mi segunda máquina?.»

Según él, es importante ser ágil, y creativo, en la gestión de los recursos. «Debemos encontrar una forma de dar pequeños pasos con ellos en estos cambios«, explica Benoit Brouillette. Esto implica implementar una cultura de aprendizaje que abarque todos los niveles jerárquicos de la empresa. «Cuando contratamos a un nuevo socio, le pedimos que traiga no solo sus herramientas, sino también su pizarra«, menciona. «Es importante para nosotros convertirnos en maestros de esta tecnología.»

También se involucra a los empleados de producción. «Cuando implementamos un cambio, nos tomamos el tiempo para explicar no solo el cómo, sino también el por qué. De esta manera, aseguramos su compromiso«, destaca el Director de LABPLAS.

Aprendizaje en la acción

El personal de esta PYME también se beneficia de un plan de desarrollo en tres o cuatro etapas. «La última etapa permite a los empleados adquirir algunos conocimientos de mecánica», afirma Benoit Brouillette. »De esta manera, se sienten cómodos trabajando con herramientas tecnológicas y maquinaria, y pueden realizar intervenciones básicas. «Queremos elevar el nivel de habilidades de las personas».

Para que esta transición sea suave, es importante ofrecer a los empleados la oportunidad de poner a prueba sus conocimientos, sostiene Marie-France Godin, Consultora Estratégica en Recursos Humanos y Especialista en Relaciones Industriales (CRIA) en Go RH. Puede ser útil dividir el aprendizaje en tareas pequeñas, una estrategia adoptada por LABPLAS. «Es importante permitir a los trabajadores experimentar desde el principio y darles el derecho a cometer errores«, señala el Director General.

En resumen, es fundamental apostar por el aprendizaje en la acción, según Marie-France Godin. «Debemos trabajar tanto en conocimientos como en habilidades, que se adquieren con experiencia, al ejercer la profesión«. Por lo tanto, se recomienda sumergir a los equipos en situaciones reales y combinar la formación teórica, la colaboración y el coaching para llevar a cabo estos cambios.

Sobre todo, es importante asegurarse de que estas novedades tengan sentido para los equipos; de lo contrario, los esfuerzos pueden ser en vano. «El objetivo es establecer una cultura de mejora continua y empoderar a los trabajadores«, añade Benoit Brouillette.

Mapeo de competencias

Para llevar a cabo con éxito este tipo de transformación, Marie-France Godin también sugiere mapear las habilidades de los trabajadores. Esto permite tomar decisiones estratégicas sobre qué habilidades priorizar y a qué empleados dirigirse. La CRIA sugiere inspirarse en la «gestión de empleo y competencias anticipada», una práctica más común en Europa, que permite identificar a los trabajadores clave que podrían cambiar de puesto o asumir más responsabilidades. «En realidad, planificar y prever el plan de formación se vuelve mucho más fácil después«, observa.

En resumen, la planificación es esencial. Este ejercicio puede requerir la ayuda de un profesional. Además, el Ministro de Trabajo, Empleo y Solidaridad Social (MTESS), Jean Boulet, anunció el pasado 14 de mayo un aumento de $10 millones en el programa Audit Industry 4.0, que ayuda a las empresas en su transición digital. Este monto se destinará a apoyar a las empresas en la gestión de sus recursos humanos, especialmente en la evaluación de la mano de obra y en la creación de su plan de formación. También existen otras formas de apoyo, como subsidios salariales para la formación de empresas que adquieren nuevas tecnologías, según el Ministro.

Esta es una de las estrategias respaldadas por el Gobierno de Quebec en un momento de escasez de mano de obra, ya que la formación no solo permite retener a los trabajadores, sino que también «crea empleos con valor agregado y aumenta la productividad de las empresas«, según Jean Boulet. Una filosofía a la que también se adhiere Benoit Brouillette y el equipo de dirección de LABPLAS.

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